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El Festival de San Sebastián dedicará una retrospectiva a Joseph Losey

Joseph Losey representó en los años sesenta la máxima expresión del denominado cine de autor (o de arte y ensayo) con obras como The Serva...

lunes, 20 de febrero de 2017

Titanic

Hablar de Titanic, y no demasiado bien, supone entrar en una zona de riesgo proclive al ataque con dardos envenenados de una importante mayoría. Y la verdad es que argumentos no les faltan. Se trata de la película que acumula mayor número de estatuillas en una ceremonia de los Oscar hasta la fecha con 11, junto a 'Ben-Hur' y 'El señor de los anillos: El retorno del rey'. Además, fue la película más taquillera de todos los tiempos en su momento, con 1.800 millones de dólares recaudados en todo el mundo, hasta la llegada de 'Avatar' del propio Cameron.

Con semejantes credenciales, se hace difícil argumentar que se trata de una película sobrevaloradísima, un producto destinado al consumo masivo por concentrar toda su atención en una pobre y cargante historia de amor, mil veces vista, aprovechándose del trasfondo épico y del impacto de una de las mayores tragedias del siglo XX. Entiendo perfectamente que James Cameron también se sintiera "el rey del mundo" por conseguir el ansiado éxito absoluto con una película de espectacular envoltorio pero rancio e indigesto relleno.

sábado, 11 de febrero de 2017

El Festival de San Sebastián dedicará una retrospectiva a Joseph Losey

Joseph Losey representó en los años sesenta la máxima expresión del denominado cine de autor (o de arte y ensayo) con obras como The Servant (El sirviente, 1963), King and Country (Rey y patria, 1964), Accident (Accidente, 1967) y The Go-Between (El mensajero, 1971), todas, menos la segunda, escritas por el dramaturgo Harold Pinter. Pero antes de convertirse en una figura preeminente del cine de autor europeo, vivió la compleja situación que afectó a tantos represaliados en la caza de brujas emprendida en Hollywood a partir de 1947. Su obra se divide en tres periodos, el inicial en el cine estadounidense hasta principios de los años cincuenta, el prestigio alcanzado en Inglaterra en los sesenta y setenta y una última etapa más itinerante que le llevó a trabajar bajo producción italiana, francesa y española.