Dirigida por Mark Romanek y con un guión de Alex Garland basado en una novela de Kazuo Ishiguro nos muestra la relación que se establece entre 3 jóvenes, Kathy, Tommy y Ruth desde su infancia hasta su final, un trágico desenlace marcado de antemano.
Ese desgraciado destino, que ellos conocen, marca la forma de vivir y de sentir de estos muchachos, un hecho del cual es un fiel reflejo esta película. Amistad, amor, celos, esperanza, ilusión, traición, futuro... futuro, un término que inevitablemente marca el devenir de los acontecimientos.
La trama de ciencia ficción que engloba y envuelve el filme la hace única y genuina debido a lo inusual de la propuesta dentro de un género como es el drama romántico. El cual es el misterio de la cinta, un secreto que se va desvelando a cuentagotas, más que descubrirse se sugiere, ya que textualmente nunca se detalla de una forma propiamente dicha.
Y ahí precisamente puede que recaiga la rémora que frena la calidad global de la cinta, la falta de aclaración, de una descripción de la situación en la que se encuentran estos jóvenes. Los cuales se resignan a su trágico destino, no se rebelan, lo aceptan, el porqué nunca lo sabremos, quizá me lo expliquen en el libro, pero en el filme no me lo cuentan. Es cierto que eso sería otra película, pero por eso esta visión en mi humilde opinión es necesaria, para que el conjunto no cojee y no me quede con un regusto agridulce y la sensación de que podría haber sido una película excelente.
Lo cual no quita que nos encontremos ante un filme notable, que lo que el guionista nos decide contar, sea o no el enfoque adecuado, estea narrado de forma excelente y cuente con una realización muy lograda en la que destaca una maravillosa fotografía. Una fabulosa dirección de actores, estupendas interpretaciones del trío protagonista del que destaco a la luminosa Carey Mulligan que ya me deslumbró el año pasado con 'An education' y que después de un papel anecdótico en la secuela de 'Wall Street' vuelve a demostrar su gran potencial como actriz.
En resumen, una película interesantísima que nos cuenta una historia realmente amarga, llegando a niveles de ser resultar deprimente, envuelta en una trama de ciencia ficción poco aprovechada y que podía llegar a más.
NOTA FINAL: 7,5 (SOBRE 10)
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It's kind of a funny story
Craig es un joven adolescente de 16 años, introvertido, inteligente, sensible, retraído al que el estrés, la ansiedad, la presión, los estudios, la familia, los miedos propios de la edad... lo llevan a una situación límite. Ante los recurrentes pensamientos suicidas ingresa voluntariamente en un centro psiquiátrico en el que vivirá una experiencia que cambiará su vida. Allí entra en contacto con los diferentes pacientes que rondan el hospital, conociendo a los más variopintos personajes, entre ellos, Noelle, una chica de su edad con la que hará buenas migas.
Se trata de una película sencilla, agradable, fresca, divertida y hecha con mucho cariño. De esas de las que sales contento y satisfecho después de su visionado, de las que valen la pena y te tocan un poco por dentro haciendote sentir mejor.
Como decía es un filme sencillo, sin estridencias, pero muy bien hecho. La narración en primera persona ayuda a meterte en la historia debido al adecuado uso y sin abusar de ello de pensamientos, ensoñaciones, divagaciones a veces en forma de flashback para entender como se siente Craig, su situación, sus miedos, sus sueños...
Es muy realista, está muy bien reflejado el ambiente del hospital, las situaciones, la evolución de Craig durante toda su estancia: desde los miedos iniciales, como se siente desplazado al principio, extraño, desconcertado, hasta como se va aclimatando y disfrutando y aprendiendo de su experiencia. Los personajes están muy bien trazados, matizados, cada uno con una personalidad diferenciada y con distintos problemas y enfermedades. Esa variedad enriquece aún más a la película. Las interpretaciones son estupendas, creíbles, desde el joven protagonista Keir Gilchrist al que no conocía y me ha convencido pasando por Zach Galifianakis en un papel de suicida depresivo muy diferente a lo que estamos acostumbrados de él, estupendo una vez más, o una Emma Roberts deslumbrante, luminosa, de la que me enamoré con su Noelle, callando bocas y dando muestras de que es una buena actriz. La verdad es que nunca me había gustado Emma, o mejor dicho nunca me había fijado en ella, pero en esta película está estupenda, habrá que seguirle más la pista y ver si continúa con esta evolución.
Pues qué decir, es un filme excelente para mi gusto, es cierto que no será una obra maestra ni quedará para la historia pero personalmente me ha gustado mucho. Me he sentido muy identificado con lo que cuenta, me ha tocado, me ha dejado muy satisfecho. Quizá tenga algunos fallos, pero los obvio en esta ocasión. Cuando una película te encandila y la disfrutas de forma especial uno no se fija en esas cosas.
Lo dicho una producción muy, muy recomendable, con buen mensaje, divertida, íntima y bonita, preciosa. Además que huye de ese tabú, ese mito equivocado de como son los centros psiquiátricos, los enfermos mentales y todo ese rollo.
NOTA: 8 (SOBRE 10)
Se trata de una película sencilla, agradable, fresca, divertida y hecha con mucho cariño. De esas de las que sales contento y satisfecho después de su visionado, de las que valen la pena y te tocan un poco por dentro haciendote sentir mejor.
Como decía es un filme sencillo, sin estridencias, pero muy bien hecho. La narración en primera persona ayuda a meterte en la historia debido al adecuado uso y sin abusar de ello de pensamientos, ensoñaciones, divagaciones a veces en forma de flashback para entender como se siente Craig, su situación, sus miedos, sus sueños...
Es muy realista, está muy bien reflejado el ambiente del hospital, las situaciones, la evolución de Craig durante toda su estancia: desde los miedos iniciales, como se siente desplazado al principio, extraño, desconcertado, hasta como se va aclimatando y disfrutando y aprendiendo de su experiencia. Los personajes están muy bien trazados, matizados, cada uno con una personalidad diferenciada y con distintos problemas y enfermedades. Esa variedad enriquece aún más a la película. Las interpretaciones son estupendas, creíbles, desde el joven protagonista Keir Gilchrist al que no conocía y me ha convencido pasando por Zach Galifianakis en un papel de suicida depresivo muy diferente a lo que estamos acostumbrados de él, estupendo una vez más, o una Emma Roberts deslumbrante, luminosa, de la que me enamoré con su Noelle, callando bocas y dando muestras de que es una buena actriz. La verdad es que nunca me había gustado Emma, o mejor dicho nunca me había fijado en ella, pero en esta película está estupenda, habrá que seguirle más la pista y ver si continúa con esta evolución.
Pues qué decir, es un filme excelente para mi gusto, es cierto que no será una obra maestra ni quedará para la historia pero personalmente me ha gustado mucho. Me he sentido muy identificado con lo que cuenta, me ha tocado, me ha dejado muy satisfecho. Quizá tenga algunos fallos, pero los obvio en esta ocasión. Cuando una película te encandila y la disfrutas de forma especial uno no se fija en esas cosas.
Lo dicho una producción muy, muy recomendable, con buen mensaje, divertida, íntima y bonita, preciosa. Además que huye de ese tabú, ese mito equivocado de como son los centros psiquiátricos, los enfermos mentales y todo ese rollo.
NOTA: 8 (SOBRE 10)
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