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miércoles, 17 de octubre de 2012

Phantasma

Me considero un gran cinéfilo, sin embargo, ya sea por no ser un gran seguidor del género de terror o bien por presumir de algo en lo que uno también tiene sus carencias, no conocía la saga 'Phantasma'. Gracias a la portada de septiembre de la revista Scifiworld, a propósito de su recuperación en el reciente Festival de Cine Fantástico de Sitges, he descubierto la primera entrega de esta tetralogía dirigida por Don Coscarelli

Estrenada en el verano de 1979 (lo que ya bordea la década de los 80 que tanto venero), 'Phantasma' sigue los extraños sucesos observados por un jovencito en una pequeña población estadounidense, desde un tratamiento que se irá acercando a lo pesadillesco, y materializados por un icónico personaje, el conocido como El Hombre Alto. La película se adscribe firmemente al género de terror, a lo que se suman acertados toques de gore, dentro de lo que yo catalogo como "película de sustos", una etiqueta que generamente no me depara buenas noticias pero que aquí está sustentado en una muy lograda atmósfera que sugestiona al espectador y lo mete en situación. Porque ese es su principal valor, tiene la capacidad de atraer toda mi atención con pocos ingredientes: su tratamiento, ambientación, golpes de efecto y su encanto; mucho encanto. La película te atrapa tal cual pesadilla y te lo hace pasar mal.

sábado, 6 de octubre de 2012

A Roma con amor

Llega la cita anual en las salas con Woody Allen. 'A Roma con amor' es una colección de historias independientes, concretamente cuatro tramas intercaladas en la película a imagen del Decamerón de Boccaccio, espíritu que inicialmente iba a estar incluído en su título y que por cuestiones comerciales ha pasado a este insulso 'A Roma con amor', como si se tratase de otro viaje turístico del genio neoyorquino.

A decir verdad, tampoco está lejos de la realidad esa intención recaudatoria. El cine de Woody Allen se ha acomodado, protegido en sus temas y obsesiones de siempre, con poco espacio para la sorpresa. Y es cierto que sus películas europeas tienen mucho de promoción turística, aunque tengamos la suerte de toparnos con joyitas como 'Midnight in Paris', que nos redescubren su talento aunque sean más bien un espejismo en una senda marcada por la repetición. Como decía, 'A Roma con amor' nos ofrece lo mismo de siempre, lo cual tampoco es malo pues contiene pequeñas dosis del ingenio del director, que aquí regresa delante de las cámaras (algo que no sucedía desde Scoop, 2006), pero la chispa se va apagando y el resultado es cada vez más pobre y decepcionante.