Me considero un gran cinéfilo, sin embargo, ya sea por no ser un gran seguidor del género de terror o bien por presumir de algo en lo que uno también tiene sus carencias, no conocía la saga 'Phantasma'. Gracias a la portada de septiembre de la revista Scifiworld, a propósito de su recuperación en el reciente Festival de Cine Fantástico de Sitges, he descubierto la primera entrega de esta tetralogía dirigida por Don Coscarelli.
Estrenada en el verano de 1979 (lo que ya bordea la década de los 80 que tanto venero), 'Phantasma' sigue los extraños sucesos observados por un jovencito en una pequeña población estadounidense, desde un tratamiento que se irá acercando a lo pesadillesco, y materializados por un icónico personaje, el conocido como El Hombre Alto. La película se adscribe firmemente al género de terror, a lo que se suman acertados toques de gore, dentro de lo que yo catalogo como "película de sustos", una etiqueta que generamente no me depara buenas noticias pero que aquí está sustentado en una muy lograda atmósfera que sugestiona al espectador y lo mete en situación. Porque ese es su principal valor, tiene la capacidad de atraer toda mi atención con pocos ingredientes: su tratamiento, ambientación, golpes de efecto y su encanto; mucho encanto. La película te atrapa tal cual pesadilla y te lo hace pasar mal.
Si nos ponemos quisquillosos, al conjunto se le nota su bajo presupuesto (300 mil dólares), una apariencia imperfecta a la que no le beneficia el paso del tiempo y un director muy joven (Coscarelli tenía 22-23 años en la época de su rodaje) que paga su inexperiencia con un montaje en ocasiones chapucero y unos agujeros de guión con momentos que rozan lo absurdo. Pero Coscarelli suple todos sus errores y defectos con talento, argumentalmente se aprovecha de una ambigüedad entre fantasía y realidad que permite ciertas licencias y vuelvo a insistir en su capacidad de sugestión: los espectadores que caemos en su trampa le permitimos prácticamente todo a la continuidad de la historia. Así, en definitiva, 'Phantasma' es un festival de sangre y vísceras al servicio de unos certeros sustos y con detalles para el recuerdo: como la esfera flotante liquidadora que caracteriza a la saga.
'Phantasma', y me tiro a la piscina con esta afirmación, americaniza el género del giallo (Darío Argento) y aprovecha la explosión del slasher [inicio de su poca dorada, Halloween (1978)] para lograr un título de culto que fue un cierto fenómeno durante su estreno, pero al que el paso del tiempo ha maltratado. Para los cinéfilos siempre nos quedarán los títulos fundacionales de Wes Craven y Sam Raimi, pero Phantasma también es para tener en cuenta. Podrá no gustar por sus incongruencias argumentales, pero es uno de esos títulos que vale la pena descubrir.
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