El pasado domingo se produjo el fallecimiento del actor Christopher Lee a los 93 años de edad debido a un problema cardiaco mientras se encontraba hospitalizado en Londres, su lugar de residencia. Participó en unas 250 películas y entre sus papeles más recordados se encuentran los personajes de Drácula, Saruman en la saga de 'El señor de los anillos' o El conde Dooku en 'Star Wars'.
Christopher Lee nació en Londres en 1922. Hijo de una condesa y un teniente coronel condecorado en la I Guerra Mundial, tras el divorcio de estos se trasladó a Suiza junto a su madre y su hermana. Pronto retornó a Londres donde su madre se volvería a casar con un banquero, curiosamente tío del escritor Ian Fleming. Tras viajar por varios países europeos sirvió en la Royal Air Force británica una vez estallada la II Guerra Mundial como miembro de la inteligencia secreta.
Su carrera como actor comenzó en 1946 en pequeñas obras de teatro y ópera, así como en programas de radio donde empezar a destacar su imponente voz. Aunque debutó en el cine en 1947 en 'La extraña cita', la fama no le llegaría hasta finales de los 50 tras firmar un contrato con la Hammer, hábitat de su personaje más reconocible, el del Conde Drácula. Aunque curiosamente su debut en la compañía de terror se produciría en 'La maldición de Frankenstein' como el monstruo creado por Mary Shelley compartiendo créditos con su gran amigo Peter Cushing, algo que repetiría en una veintena de ocasiones. También interpretaría para la Hammer roles como los de Sir Henry de Baskerville o La momia y para otras productoras Rasputín y El hombre de mimbre, uno de sus películas favoritas según palabras del actor.
La decadencia del género a partir de los años 70 le hacen tomar otra dimensión como actor, siendo reclamado por Billy Wilder para interpretar a Mycroft en 'La vida privada de Sherlock Holmes' y encarnando al icónico Scaramanga, rival de James Bond en 'El hombre de la pistola de oro'. Trabajaría para Richard Lester en su versión de 'Los tres mosqueteros' como el Conde de Rochefort. En los años 80 y ya completamente encasillado aceptó su participación en producciones de dudosa calidad cinematográfica aunque continuó teniendo apariciones reconocidas en la gran pantalla en '1941' de Steven Spielberg o la segunda entrega de 'Gremlins'.
Parecía que el actor entraba ya en decadencia pero su amistad con Tim Burton daría inicio al relanzamiento de su carrera con 'Sleepy Hollow' y más tarde en varias de sus posterios películas. Pero su espectacular retorno llegaría con su interpretación del mago Saruman en la trilogía de 'El señor de los anillos' y del Conde Dooku en los episodios II y III de 'Star Wars'. Entre sus últimos trabajos destacan el regreso a la Hammer con 'La víctima perfecta' y su colaboración con Martin Scorsese en 'La invención de Hugo'.
La decadencia del género a partir de los años 70 le hacen tomar otra dimensión como actor, siendo reclamado por Billy Wilder para interpretar a Mycroft en 'La vida privada de Sherlock Holmes' y encarnando al icónico Scaramanga, rival de James Bond en 'El hombre de la pistola de oro'. Trabajaría para Richard Lester en su versión de 'Los tres mosqueteros' como el Conde de Rochefort. En los años 80 y ya completamente encasillado aceptó su participación en producciones de dudosa calidad cinematográfica aunque continuó teniendo apariciones reconocidas en la gran pantalla en '1941' de Steven Spielberg o la segunda entrega de 'Gremlins'.
Parecía que el actor entraba ya en decadencia pero su amistad con Tim Burton daría inicio al relanzamiento de su carrera con 'Sleepy Hollow' y más tarde en varias de sus posterios películas. Pero su espectacular retorno llegaría con su interpretación del mago Saruman en la trilogía de 'El señor de los anillos' y del Conde Dooku en los episodios II y III de 'Star Wars'. Entre sus últimos trabajos destacan el regreso a la Hammer con 'La víctima perfecta' y su colaboración con Martin Scorsese en 'La invención de Hugo'.
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