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miércoles, 28 de septiembre de 2011

Comentando por encima el 59 Festival de San Sebastián

Complementario a mis crónicas diarias en el medio eCartelera, ofrezco en mi blog dedicado al mundo cinematográfico, un superficial resumen de la reciente 59 edición del Festival de San Sebastián / Donostia Zinemaldia.


Una edición marcada por el debut en la dirección de José Luis Rebordinos, antiguo responsable de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de la ciudad y miembro del comité de dirección del Zinemaldia durante los últimos 15 años.

El debate está en si realmente Rebordinos ha renovado la imagen del Festival, o simplemente ha sido un mero cambio de cromos, teniendo en cuenta que el actual director ya llevaba un tiempo más que considerable dentro del equipo organizativo. Y yo creo que sí, que ha traído nuevos y renovados aires a un Festival que se estaba marchitando, la sensación era de certamen algo caduco, durante los últimos años de gestión del saliente Mikel Olaciregui. 

Quizá los cambios hayan sido de una forma más sutil que radical, pero aún así más que notorios para tener la consciencia de que se ha producido un claro cambio de rumbo. Y teniendo en cuenta que Rebordinos entró oficialmente como cabeza de mando a principios de año, osease con un par de meses y medio de retraso respecto al tiempo de preparación habitual, la idea de que este es un año de transición da pie a pensar que el próximo año la ruptura será aún más radical respecto a la línea de dirección anterior.

Sección Oficial más variada y llamativa
Uno de los baremos más fiables para valorar la gestión de la Dirección de un Festival de Cine, es el análisis de los títulos presentes en su Sección Oficial
 
Este año, el Zinemaldia ha podido presumir de una amalgama de géneros más amplia de lo que en él es habitual.  Pasando del drama a la comedia, y del cine experimental al más accesible para el gran público, con suma facilidad. Además, ha tenido títulos y personalidades con más “nombre” y una mayor presencia del cine nacional. Claro ejemplo de ello, son que hayan estado a competición los filmes de reputados directores como Arturo Ripstein o Terence Davis y las pequeñas producciones de musas del cine indie con aún escaso bagaje en la dirección, Sarah Polley y Julie Delpy. Consagradas figuras dentro del importante, en auge, y siempre a reivindicar cine asiático, véase Hirokazu Kore-eda y Kim Ki-Duk, o algunos de los más talentosos realizadores españoles: Enrique Urbizu, Isaki Lacuesta y Benito Zambrano.


Aparte de tener fuera de concurso, a la esperada, tanto en los círculos comerciales como en los artísticos, ‘Intruders’ de Juan Carlos Fresnadillo como película de apertura; como clausura ha cerrado una más que accesible y disfrutable, con potencial para ser un “sleeper” dentro del cine francés, ‘Intocable’.

A priori, una selección más que interesante, que puede que una vez visto todo el conjunto no sea una excelente cosecha, pero sí que bastante destacable. Y que no puede ser empañada por el Palmarés Oficial.

Quizá debería haber empezado con ello, pero bueno, creo que todos os habéis enterado que el fallo del Jurado, dirigido por la actriz Frances McDormand, no ha convencido a la mayoría, ni al público ni a la crítica. La Concha de Oro se le ha concedido a ‘Los pasos dobles’ del catalán Isaki Lacuesta. Una cinta que se presumía como fascinante en las sinopsis pero que creo que nadie ha entendido. Se pueden apreciar detalles interesantes en este (¿falso/real?) documental sobre la figura de François Augiéras de la mano de Lacuesta y el artista Miquel Barceló pero el resultado es fallido, o al menos es lo que creemos la mayoría.

 
Aunque cierto, cómo nos comemos a un Jurado que este año contaba con la McDormand de Presidenta acompañada por los directores Bent Hamer y Álex de la Iglesia, el guionista/escritor/director Guillermo Arriaga, la directora de fotografía Sophie Maintigneux, y las actrices Sophie Okonedo y Bai Ling, esta última más interesada en el espectáculo y en llamar la atención gratuitamente, que en ver y valorar películas. Ante esta variedad de formas de entender el cine,  el resultado ha sido extraño, pero que tampoco es novedad dentro de un Festival. La mayor queja para mí, no es tanto la calidad de la cinta, sino la elección de una que no ha gustado ni a público y a la prensa. Lo que realmente resulta un sinsentido para la proyección del Festival al exterior.
 Desde el año 2002, con ‘Los lunes al sol’, ninguna película patria conseguía una Concha de Oro.

Tampoco han convencido la adquisición de un par de premios a la griega ‘Adikos Kosmos / Unfair World’ (‘Mundo injusto’),  actor principal y director. Una cinta que ha pasado bastante desapercibida y cuyo botín parece más que excesivo. Sobre todo, en la categoría de mejor actor, en la que todos dábamos por hecho que sería para José Coronado por ‘No habrá paz para los malvados’. Puede, que a lo mejor al Jurado le haya temblado el pulso a la hora de dar los premios de interpretaciones a dos españoles –María León ha sido la mejor actriz-. Algo, que por la contra, no es extraño en el Zinemaldia, y en últimas ediciones.


Mejor recibida ha sido la concesión del Premio Especial del Jurado a ‘Le Skylab, dirigido por la francesa Julie Delpy. La cinta merecía algún premio por  saltarse el guión no escrito del Festival y hacer reír al personal, en forma de sonoras carcajadas. Sin la entidad suficiente para llevarse una Concha de Oro, este galardón es justo reconocimiento a una de las películas más disfrutables de este año.
Con un unánime aplauso se acogió en rueda de prensa el mejor guión para Hirokazu Kore-eda por la preciosa ‘Kiseki / I wish’ (‘Milagro’). Escaso reconocimiento para el considerado como ganador moral de esta edición. Lo cual no es novedad, el japonés, un habitual del Festival, se está convirtiendo en un experto en ser favorito y no llevarse nada, o casi nada. El realizador ha manifestado que le encanta el certamen y que le gustaría seguir viniendo. Ojalá, esperemos que la ceguera de los Jurados no nos quiten a uno de los mejores directores asiáticos de la actualidad en próximas Secciones Oficiales. Eso sí, siempre adorado por crítica y público.


Otro de los premios recibidos con enorme entusiasmo fue el de mejor actriz para María León por ‘La voz dormida. Su arrebatadora interpretación de la linda y encantadora “chiqueta” –a partir de ahora, llamaremos así a su personaje- es de lo poco salvable de una efectista, maniquea y manipuladora película. El desparpajo y carisma de la actriz empapa la pantalla, esto huele a Goya.

El palmarés se completó con el Premio Técnico a la mejor fotografía para ‘Happy End’. Se rumorea que desde que Frances McDormand vio esta película se empeñó por “sus cojones” que este filme tenía que llevarse un premio, sí o sí. Ahí lo tienes Frances. Una película que sí, tenía un interesante uso de matices y tonos con la variación de colores fríos o cálidos en función de la escena.

Perlas del Zabaltegi
Un año más, lo mejor del Festival han sido las Perlas de Zabaltegi como ‘Shame’, ‘Tiranosaurio’, ‘The Artist’, ‘Le Havre’ o ‘The Three of Life’. O alguna proyección especial como ‘Extraterrestre’. Siempre hay que rascar al máximo el programa para intentar visionar un número aceptable de ellas. Lo merecen.

Celebrities, decente cosecha  
Uno de los aspectos que le dan mayor atractivo al Zinemaldia es la presencia de los famosos en Donostia. Este año, como se han caído unos, otros han llegado, incluso sorprendido y arrasado. El máximo exponente de ello, el GRAN Michael Fassbender.

Estuvo todo el equipo de ‘Intruders’, con Clive Owen, Antonio Banderas, la siempre distante Catherine Deneuve, la premio Donostia Glenn Close, Logan Lerman y Matthew Macfadyen de ‘Los tres mosqueteros’, Tom Hiddleston (el Loki de ‘Thor’). Además de famosillos patrios que no me interesan demasiado.


La atracción fue Fassbender, y superó todas las previsiones. Llegó una madrugada de mitad del Festival en moto, dicen que desde Venecia, y ya se quedó hasta la clausura de la cita. El actor se mostró encantador, cercano y dispuesto a complacer a cualquiera que osara acercarse a su imponente presencia. ‘Shame’ ha dejado huella, y su personaje más. La sensación generalizada es que probablemente sea la última vez que veamos al intérprete tan natural y como uno más. Va como un cohete hacia el estrellato.

Los horarios, una de las cosas a mejorar
Cierro el resumen con las quejas y sugerencias. A mejorar, los horarios de los distintos pases y eventos paralelos. Entiendo que es difícil encajar estancias pero hemos tenido días muy cargaditos y otros escasillos. Luego, no se puede meter un pase de prensa como el de ‘Extraterrestre’ a las 14h y además que coincida el encuentro con Vigalondo, a la misma hora. Por favor, un mínimo de sentido común. Ni hacerle un feo a la flamante Premio Donostia, Glenn Close, con pases de prensa que cuadran dentro de su rueda de prensa. Vergonzoso que mitad de los periodistas se fueran antes de terminar su comparecencia. 

Y luego por pedir, podrían portarse un poco y no digo “lunch” pero desayuno para la prensa… se agradecería. Además que está Nexpresso de sponsor, qué bien nos vendría, eh.
 
Sugerencias, como ha comentado Rebordinos, les ha faltado un Premio Donostia el viernes. Por ahí va la idea, retornar a dos Donostia por año. Yo propondría uno de bajo perfil el domingo-lunes, cuando el Festival está en su punto más caliente, y uno de postín para el miércoles-jueves, que esos días ya se hacen un poco pesados.

En general, una buena edición, y con altas expectativas de cara al futuro. Aunque al mismo tiempo cierta incertidumbre por la crisis y los recientes cambios políticos que se avecinan. Confiemos en Rebordinos.

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