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domingo, 31 de enero de 2016

Creed

Vuelve Rocky. 10 años después del estreno de 'Rocky Balboa', la cual se presumía como el desenlace definitivo, el jovencísimo director Ryan Coogler (ganador en Sundance con 'Fruitvale Station') ha logrado convencer a Sylvester Stallone para retomar su mítico personaje, el que le dio la fama y que triunfó en los Oscar de 1976. En esta ocasión cede el protagonismo al hijo de Apollo Creed, célebre rival en las primeras entregas de la saga, al que da vida el prometedor Michael B. Jordan.

Me congratula que el estreno de 'Creed' vuelva a poner en el mapa a esta mítica franquicia, pero también me parece bastante hipócrita que no se hiciera en su momento con la película del 2006. Aquella recurría a la nostalgia para homenajear a las entregas anteriores y cerrar la historia; el broche perfecto. No podemos borrar el magnífico recuerdo de las anteriores, sobre todo cuando 'Creed' sigue el mismo esquema: solo cambia que Rocky se echa un lado para cederle el testigo a su nuevo protegido.

Claro que Sylvester Stallone hace una buena interpretación. Como siempre, es el personaje que le ha acompañado a lo largo de toda su carrera. Las tristes circunstancias que le sobrevienen en esta ocasión no hace más heroico su discurso. Michael B. Jordan cumple muy bien, pero no siento la fiebre de parte de la crítica, aquí se pierde parte de la épica del entrenamiento aunque los combates son vigorosos y enérgicos, los más logrados desde el enfretamiento con aquel ruso interpretado por Dolph Lundgren. Reconozco la elegancia y la sobriedad de la dirección, un esfuerzo titánico, un regalo para todos los fans. Pero no desacreditemos joyas como 'Rocky IV' simplemente porque iba más con la brocha gorda. También forman parte del legado.

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