Presentada en el pasado Festival de Cannes, la nueva película de Jodie Foster como directora se ubica en la coyuntura actual de crisis económica y en el papel del individuo ante los medios de comunicación.
La premisa de 'Money Monster' parte de un joven defraudado en una operación bursátil que ocupa a punta de pistola un plato de televisión comandado por el carismático Lee Gates (George Clooney). Cínico y sin escrúpulos, Gates presenta de modo sensacionalista un programa sobre economía en el que aconseja a los telespectadores acerca de sus inversiones, no siempre del modo más honesto, lo que le convierte en cabeza de turco ante la desesperación de un joven que busca difundir el mensaje del dominio indiscriminado de las élites sobre la sociedad. De este modo, este presentador se verá amenazado por un cinturón de explosivos y unas demandas difícilmente subsanables cuando el dinero no es la solución, con lo que su única ayuda serán las indicaciones de su fiel y tenaz directora (Julia Roberts) desde la sala de realización.
Explosiva combinación que desborda tensión en la pantalla, favorecida por un montaje frenético y un buen pulso en la dirección. Lo problemático sería ver el conjunto como algo más que un buen producto de entretenimiento, aunque la película pretenda más. Se queda coja en su denuncia de los vicios del sistema capitalista o el poder panfletario de los medios. La incoherencias argumentales en su desarrollo se van haciendo más y más grandes para ser tomada realmente en serio, pero lo mejor es dejarse a ir y disfrutar con una buena propuesta comercial de entretenimiento que no aburre y tampoco indigna si no se le dan demasiadas vueltas.
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