Entrada destacada

El Festival de San Sebastián dedicará una retrospectiva a Joseph Losey

Joseph Losey representó en los años sesenta la máxima expresión del denominado cine de autor (o de arte y ensayo) con obras como The Serva...

martes, 30 de agosto de 2016

Gene Wilder

Despedimos a uno de los grandes cómicos de los años 70 y 80. Gene Wilder proporcionó sonrisas a generaciones enteras, desde el niño a la madre pasando por la abuela, uno de esos actores que conectaba con el público con su peculiar físico y su carisma, su capacidad de empatizar con el espectador a través de los más variopintos personajes fue su seña de identidad. 

Comenzó su carrera en el teatro antes de dar el salto al cine con la enorme 'Bonnie & Clyde' y dar paso a sus recordadas colaboraciones con Mel Brooks en 'Los productores', cinta por la que fue nominado al Oscar a mejor actor de reparto. Una conexión que se ampliaría exitosamente en películas como 'Sillas de montar calientes' y 'El jovencito Frankestein', en la cual también participó en el guión. 

Uno de sus papeles más icónicos fue el de Willy Wonka y su fábrica de chocolate. Antes de que Johnny Depp acercase la creación de Roald Dahl a los más jóvenes, Wilder ya lo había dotado de su genuina personalidad. También destacó su trabajo a las órdenes de Woody Allen en 'Todo lo que quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar' con el que todos creimos que uno se podía enamorar de una oveja. 

Debutó en la dirección con 'El hermano más listo de Sherlock Holmes', labor que repitió en diversas ocasiones con desigual resultado, pero que fructiferó en una de sus películas más aplaudidas, la divertida 'La mujer de rojo' en la que caía rendido a los encantos de la espectacular Kelly LeBrock. 

A mediados de los 70 formaría una de las parejas cómicas del momento con Richard Pryor. A pesar de que fuera de las pantallas su relación personal era nula, su química en escena era explosiva, detalle que el propio Wilder reconocería años después. Juntos protagonizaron cintas tan populares como 'El expreso de Chicago', 'Locos de remate' o 'No me chilles que no te veo', además de su secuela 'No me mientas... que te creo'. A finales de los 80 empezaría a retirarse paulatinamente de la interpretación tras el fallecimiento de su tercera mujer debido a un cáncer de ovarios, lo que centraría sus esfuerzos en ser imagen de la lucha contra esta enfermedad.

Su último trabajo como actor sería en la televisión, como actor invitado de la comedia 'Will & Grace', labor por la que sería reconocido con un premio Emmy. En los últimos años de vida se dedicó a la literatura publicando sus memorias y varias novelas.

No hay comentarios: